La reflexología podal, es una técnica auxiliar que tiene su base en la antigua medicina oriental, posteriormente investigada y modificada hace 90 años por la Fisioterapeuta Eunice Ingham (U.S.A.) y cientícamente comprobada más tarde por los Dres. John Thei y Good Heart, también Estadounidenses.
Se ha demostrado que el mecanismo de acción actúa a través de la secreción de endorfinas y neurotransmisores, que se liberan como consecuencia del estímulo vibratorio.
Ambos pies conforman una unidad y juntos reflejan a la persona entera. Cada órgano tiene su correspondiente zona refleja.
No es necesario estar enfermo para beneficiarse con un tratamiento reflexológico. Los que han probado esta terapia recurren a ella como un modo de preservar la salud.
Tampoco puede ser considerada como una terapia alternativa, pues es sin lugar a dudas una terapia complementaria, que trabaja en equipo para un fin común, la salud y el bienestar de la persona.